domingo, 23 de diciembre de 2018

Isa y Fer, los modernos Reyes Católicos

¡Buenos días!

A continuación os dejo el cómic de Isa y Fer, la versión moderna de cómo los Reyes Católicos financiaron el viaje a Colón para llegar a las Indias por el oeste, y gracias al cual descubrió un continente nuevo.




Después de leer el cómic, los alumnos tendrán que continuar la historia contando cómo fue el viaje, quiénes fueron las personas que acompañaron a Colón, si se realizaron o no viajes posteriores y qué se obtuvo del descubrimiento del nuevo continente.

martes, 27 de noviembre de 2018

Telebasura VIP


Se denomina telebasura a el conjunto de programas televisivos de contenidos zafios y vulgares, según la RAE. Por desgracia, cuando leemos esa definición se nos vienen a la cabeza distintos programas, en mi opinión, a cuál peor.

Uno de los más claros ejemplos de telebasura son los reality shows, que invaden nuestras televisones edición tras edición, siendo el monotema en la cadena que lo emite. Actualmente tenemos en antena uno de esos programas, escondido bajo el nombre de Gran Hermano VIP.

El nombre de ese programa viene de una gran obra de la literatura, 1984, escrita por el inglés George Orwell. En su libro, Orwell nos traslada a un universo en el que todo es controlado por el “Big Brother” o “Gran Hermano”; una sociedad utópica que está controlada por completo y cuyos habitantes tienen impuestos sus gustos y pensamientos.

“Gran Hermano” se emite actualmente en más de 20 países, y tiene diferentes variantes. En España por el momento la única variante que ha llegado es Gran Hermano VIP. En el programa, un grupo de 16 famosos conviven en una casa durante 3 meses. Esos famosos son elegidos o bien por su popularidad o por las rencillas que pueda haber entre ellos.

El gran éxito que está teniendo el programa en la edición actual se debe en su mayoría al lamentable espectáculo que están dando dos de sus concursantes (aunque no son las únicas). Ambas están enfrentadas por un hombre: un presentador de televisión, exmarido y padre de la hija de una de ellas, y exnovio de la otra.

Ambas mujeres habían tenido discusiones en otros programas televisivos de un calibre similar, en los que no se cortan a la hora de criticar abierta y suciamente a la otra, incluso denigrándose como mujeres. En el reality, por supuesto, no es menos. Las discusiones son constantes, incluso rozan lo denigrante.

Todos los programas denominados telebasura tienen grandes críticas por parte de la sociedad, a la hora de la verdad, nadie reconoce verlos. Si es así, ¿de dónde salen sus altos porcentajes de audiencia?

Durante el tiempo que Gran Hermano VIP 6 lleva en antena está batiendo récords de audiencia constantemente. Millones de personas lo ven cada día que se emite, pero prácticamente ninguna reconoce hacerlo. Incluso cuando hablan en su día a día en lo sucedido en los programas anteriores, se defienden diciendo cosas como que no lo han visto y se lo han contado, o que han visto la noticia en internet y por eso conocen el contenido.

¿Por qué gustan tanto los reality shows? Hay 4 motivos fundamentales. Este tipo de programas nos ofrecen un contenido prohibido, nos permiten inmiscuirnos en la vida, en este caso de famosos, y conocer su día a día, qué comen, cómo duermen… con el valor añadido de que están conviviendo en una casa con gente que no conocen o con los que no se llevan bien. Además, a los espectadores les gusta el morbo de ese tipo de programas, las discusiones, el no saber qué habrá pasado mientras no estaban mirando. Estos programas también nos proporcionan una falsa sensación de sociabilidad, ya que este tipo de programas que en principio pueden parecer espontáneos se asemejan mucho con lo que sería una reunión de amigos. Por último, estos programas hacen que mejore nuestra autoestima, ya que la telebasura normaliza las muestras de ridículo.

Este tipo de programas, sin duda, tienen poca calidad cultural, ya que no tienen ningún contenido de ese tipo que mostrar al espectador. Ni que decir tiene que se debería evitar su visionado en los niños a toda costa, ya que no aporta ningún rasgo positivo ni un modelo a seguir en lo que a convivencia, modales, respeto y educación se refiere. Con su visionado, lo único que conseguimos es que los niños consideren que ese tipo de conducta es la “normal” y permitida, que aprendan los malos modales de los participantes o que consideren que los conflictos se solucionan discutiendo y no dialogando.

Está en nuestra mano que el contenido televisivo cambie, dado que, si este tipo de programas no tuviese audiencia, dejarían de emitirse, por consiguiente. Debemos luchar por una programación de calidad, cultural y con valores adecuados que poder transmitir a los más pequeños. A continuación, os dejo un pequeño vídeo sobre una crítica hecha en el programa "Sé lo que hicisteis" sobre este tipo de programación.



¿Qué opináis sobre este tipo de programas? ¿Soléis verlos? ¿Os gustaría que se acabasen o por el contrario sois defensores de ellos? Os leo 😊



miércoles, 21 de noviembre de 2018

Competencia Digital Docente


Es indudable que la educación está cambiando. En el último siglo, pero sobre todo durante los últimos 50 años, la educación ha dado un auténtico vuelco. No hace tantos años, cuando mi madre iba a la escuela, la información de todas las materias estaba incluida en un único libro, el cual servía para todas las clases y le podían compartir entre hermanos cuando los mayores dejaban el colegio, ya que este no cambiaba.

Hoy en día, nos parece impensable que todo esté almacenado en un solo libro, pero sin embargo nos parece de lo más normal que nuestros estudiantes puedan llevar una tablet al colegio en la que estén todos los libros, ¿cuál es la diferencia?

Vivimos en la era digital, y nuestros estudiantes están creciendo en ella. Por tanto, es imprescindible para la educación, y por su puesto para los educadores, educar acorde a la época que estamos viviendo.

Los educadores actuales y los futuros debemos estar formados en competencia digital docente. Pero ¿sabemos qué es la competencia digital docente? Para entender mejor el término, os invito a ver el siguiente vídeo.


Después de ver el vídeo, podemos definir el Marco Común de Competencia Digital Docente como “un marco de referencia para el diagnóstico y la mejora de las competencias digitales del profesorado. Estas competencias digitales se definen como competencias que necesitan desarrollar los docentes del siglo XXI para la mejora de su práctica educativa y para el desarrollo profesional continuo. El Marco Común de Competencia Digital Docente se compone de 5 áreas competenciales y 21 competencias estructuradas en 6 niveles competenciales, de manejo. Cada una de estas competencias ofrece una descripción detallada, así como descriptores basados en términos de conocimientos, capacidades y actitudes.”

Al igual que sucede con los idiomas, los 6 niveles de la competencia digital docente dependen del manejo de ellas que tengamos (básico, intermedio o avanzado). Las 5 áreas de competencia es donde se encuentran repartidas las 21 competencias que el docente debe dominar.

Bajo mi punto de vista, aunque todas las competencias son importantes para el alumno, compartir información y contenidos digitales sería una de las más importantes. Esta competencia pretende que seamos capaces de compartir tanto los contenidos digitales encontrados como la ubicación de la información, hay que estar dispuestos y ser capaces de compartir los conocimientos, los contenidos y los recursos encontrados, actuar como intermediario, ser proactivo en la difusión de noticias, contenidos y recursos, saber cómo citar y referenciar e integrar nueva información en los conocimientos ya existentes.

En un nivel básico de esta competencia, habría que ser capaz de compartir archivos y contenidos a través de medios tecnológicos que serían sencillos. En un nivel intermedio, seríamos capaces de participar en redes sociales y comunidades en línea, donde transmitir y compartir conocimientos o información. Por último, en un nivel avanzado deberíamos ser capaces de compartir información, contenidos y recursos de forma activa a través de cualquier plataforma electrónica.

Cabe destacar que cada una de las 21 competencias son muy importantes, y todas ellas están relacionadas entre sí de un modo u otro.

A principios de este mismo año, Santiago Moll publicó un artículo sobre los cinco pilares de la Competencia Digital Docente y sus finalidades. Defiende que las finalidades de dichas competencias serían social, comercial, relacionadas con el ocio, el aprendizaje, la empleabilidad, la ciudadanía y el bienestar.

Para integrar la digitalización en el aula, es muy importante concienciar a los docentes de los beneficios. Actualmente, se considera que alrededor del 90% de los docentes consideran que el uso de la tecnología en las aulas es necesario y beneficioso para los alumnos. Para ello, es necesario que los propios maestros estén formados al respecto, puesto que cerca del 40% de los profesores reconocen que utilizarían más la tecnología si supieran cómo hacerlo. Además, más del 90% de ellos consideran que formarse sobre cómo utilizar la tecnología es imprescindible para que se consiga el éxito en el aula.

Para que los profesores puedan formarse, es importante que sigan estos 5 pasos: comenzar con lo básico, organizar días de desarrollo profesional, seguir una formación en línea a su propio ritmo, construir una comunidad para compartir éxitos y crear un centro de soporte técnico.

¿Qué pensáis sobre el uso de la competencia digital docente en el aula? ¿Es tan importante como parece? Os leo 😊

jueves, 15 de noviembre de 2018

Consumidos por el consumo




El consumo es algo que está presente en nuestro día a día. Por sí mismo, no se refiere a nada malo o perjudicial, es el hecho de utilizar bienes para satisfacer nuestras necesidades y nuestros deseos. También es cierto que vivimos en una sociedad de excesos, por lo que nuestros deseos en lo que al consumo se refiere son cada vez mayores.

La nuestra es una sociedad de consumo, y tendemos cada vez más a producir y consumir productos o bienes que son cada vez menos necesarios. Cuando el consumo deja de basarse en una necesidad y empieza a ser un mero capricho cambia de nombre, y pasa a denominarse consumismo. El consumismo es la tendencia a consumir bienes que en su mayoría no son necesarios.

Estamos cada vez más inmersos en una sociedad consumista. La “necesidad” que la sociedad ha creado de estar continuamente a la moda está acabando con nuestra ética de consumo. Nos dejamos llevar por la publicidad y la necesidad que nos crea de adquirir el último modelo de todos los productos a nuestro alrededor: las nuevas zapatillas deportivas de una marca conocida, aunque sean prácticamente iguales al modelo anterior; la nueva lavadora que podemos programar desde el teléfono móvil incluso aunque la que tengamos esté en perfecto estado; el nuevo modelo de teléfono móvil con más prestaciones que el anterior, que a la hora de la verdad realmente no utilizamos; etc.

Eso son solamente tres ejemplos, pero es la realidad de la sociedad en la que vivimos. Hemos dejado de comprar y consumir por necesidad vital y empezado a hacerlo por necesidad social. Además de esto, la facilidad que nos dan las nuevas tecnologías no favorece a la hora de mantener dicha ética de consumo, cada vez más inexistente. Hoy en día podemos comprar cualquier tipo de producto sin necesidad de salir de casa, solo teniendo acceso a Internet.

Esta era de consumismo puede parecer un problema social actual, pero no lo es. Hace casi 20 años, Adela Contina hizo una publicación en el periódico El País en la que hablaba sobre la ética de consumo, haciéndonos reflexionar sobre problemas ya surgidos al respecto en nuestro siglo, para ser capaces de analizarlos y cambiar dichas situaciones para vivir en una sociedad mejor.

Erróneamente se cree que el consumo ético es el que nos proporciona una buena vida. Por desgracia, a menos que hagamos que la sociedad cambie, ese es el tipo de pensamiento que le estamos inculcando a los miembros más jóvenes de nuestra sociedad. Hay que concienciar a los jóvenes de los aspectos negativos de una sociedad consumista y hacerles ver la diferencia que está tiene respecto al consumo. De hecho, estamos entrando en una de las épocas más consumistas del año: la Navidad. Sí bien es cierto que España es un país con cada vez más festejos consumistas, como lo son San Valentín, Halloween o el reciente Black Friday, en Navidad ese consumismo se dispara todavía más. Está realidad se ve cada vez más reflejada en las cartas que los niños les envían cada año a Papá Noel y a los Reyes Magos.

Las cartas de los niños cada vez son más largas que incluyen más juguetes. Cada 6 de enero millones de hogares españoles se llenan de ellos. La mayor parte de esos juguetes no son utilizados por los niños el resto del año, entonces ¿qué estamos haciendo mal? ¿Estamos creando menores consumistas? El siguiente test nos puede ayudar a averiguarlo.


Los expertos consideran que las cartas de los niños deberían incluir cuatro regalos: algo que quieran, algo que necesiten, algo que sirva para llevar, y algo para leer. Se calcula que los niños reciben 10 veces más regalos de los que necesitan, por tanto, crecen un ambiente de lo más consumista, el cuál, sino hacemos algo para intentar cambiar, será transmitido durante las próximas generaciones.

Debemos hacer una gran reflexión sobre la sociedad en la que vivimos. A continuación, os dejo una entrevista de José Mujica en la que habla abiertamente sobre este problema tan actual.


Y vosotros, ¿pensáis que el consumismo es un problema real en la actualidad? Os leo 😊

jueves, 8 de noviembre de 2018

Acosa2.0


Resultado de imagen de ciberbullying



Todos hemos oído hablar del acoso escolar. De hecho, algunas de las personas que ahora mismo estáis leyendo este post puede que, por desgracia, lo hayáis llegado a sufrir en vuestras propias carnes. En pleno siglo XXI el acoso ha tomado una nueva dimensión. Nuestros jóvenes están creciendo y siendo educados en la era 2.0 y eso hace a su vez que el acoso ya no solo se limite a las aulas. Hoy en día el acoso se puede producir en cualquier momento y en cualquier lugar debido a las nuevas tecnologías; puede estar sucediendo delante de nosotros sin ni siquiera darnos cuenta. Ese acoso “en redes” es lo que se considera ciberacoso o ciberbullying.

El ciberacoso o ciberbullying se puede definir como cualquier tipo de amenaza, humillación o molestia que se produzca contra un igual en redes.

Por desgracia, éste es un problema cada vez más actual. Según Unicef, se calcula que hoy en día 1 de cada 3 usuarios de Internet son niños, sin duda los más vulnerables a la hora de cualquier hostigamiento, sobre todo por la red.

Cualquier tipo de acoso es nocivo y peligroso, pero el ciberacoso lo es todavía más ya que el acosado puede no saber quién es la persona que le procura las amenazas. En una encuesta neerlandesa realizada en 2008 se concluyó que el 37 % de las víctimas que sufría ciberacoso no sabía quién era su acosador. Esta situación causa en el acosado graves problemas, sobre todo de seguridad y autoestima ya que no sabe en qué personas puede confiar, dado que pueden ser las mismas que originan tal acoso.

Ya en 2012, el 37 % de los menores entre 8 y 17 años reconocía haber sufrido ciberacoso en algún momento de su vida. Desde entonces, esa cifra no ha hecho más que aumentar. Pero no sólo es destacable ese porcentaje. En el mismo año, el 24% de los menores comprendidos entre esas mismas edades confesaba haber causado ciberacoso en alguna ocasión. Ambas encuestas, publicadas por el periódico ABC en su versión digital, se realizaron a niños de 25 países diferentes, pero las estadísticas en España en ese momento no eran mucho más esperanzadoras. En ese mismo año, el 17 % de los jóvenes españoles reconocían haber recibido un trato poco amistoso; el 13% admitía haber sido objeto de burla; y el 19% afirmaba haber sido insultado. Por otra parte, el 19 % de los jóvenes españoles reconocía haber sido en algún momento ciberacosador.

Otro dato curioso sobre este tema es que el 70% de los jóvenes que sufren ciberacoso son chicas, como aparece en la versión digital del periódico 20 minutos, y la mayoría se produce por WhatsApp. En esa misma publicación se puede ver el porcentaje de los niños acosados en España, comunidad por comunidad, entre 2013 y 2015.


Al igual que sucede con el acoso escolar, en los casos de ciberacoso se da lo que se conoce como triángulo del bullying. El triángulo del bullying consiste en los 3 vértices que se dan en cualquier tipo de acoso: acosador, acosado y testigos. No solo el acosador es el culpable de estas situaciones, los testigos también son culpables en cierto modo de que el acoso siga su curso. Si una persona es testigo de cualquier tipo de hostigamiento, amenaza u otro tipo de acoso en redes debe, de una manera u otra, denunciarlo para que esa situación termine cuanto antes.

Cuando una persona es acosada, cómo podemos ver en el vídeo que está a continuación, desconocemos la situación personal por la que está pasando y los daños que este acoso le pueden causar.




Por tanto, si presenciamos o sufrimos algún tipo de ciberacoso, lo mejor que se puede hacer es actuar. ¿De qué manera podemos ayudar los profesores a acabar con el ciberacoso? Desde nuestras aulas es muy importante concienciar a los alumnos contra esta actividad, haciéndoles ver los daños que puede causar en las personas afectadas, y haciéndoles empatizar y darse cuenta de que no es algo agradable, por mucho que a los acosadores les llegue a parecer divertido. Debido a esto es muy importante crear en nuestras aulas unos códigos de conducta en los que quede terminantemente prohibido cualquier tipo de acción que vaya contra la integridad de otros compañeros, tanto dentro como fuera del aula.

Debemos enseñar a nuestros alumnos un uso responsable de las tecnologías, hacerles ver que todo acto malo tiene sus consecuencias no solo en nuestra vida cotidiana sino también en las redes, y educarles en ámbitos como pueden ser la inteligencia emocional, el desarrollo de las habilidades sociales y la atención a la diversidad. 

Si el acoso ya se ha dado, debemos dar a los menores la confianza de poderlo contar, hacerles entender que ellos como acosados (o testigos) no van a tener ningún tipo de represalia por denunciar ante nosotros al acosador, y tampoco se le va a revelar a dicha persona quién nos ha informado de su comportamiento.

Aún dando a nuestros alumnos esa sensación de confianza, hay muchos que no se atreven a delatar a su acosador. Para ello, es útil crear herramientas de “denuncia anónima”, para que tanto los acosados como los testigos puedan delatar a esa persona sin tener miedo a las represalias.

¿Se os ocurre alguna otra medida para poder ayudar a acabar con este problema? Os leo 😊

martes, 16 de octubre de 2018

Socialmente aislados



Es un hecho que la forma de comunicarnos está cambiando. En la actualidad podemos conectar con cualquier persona desde cualquier parte del mundo con un solo clic. Pero ¿es cierto que las redes sociales nos alejan de nuestro entorno más cercano?

                Gracias a las redes sociales, hoy en día estamos en contacto con familiares y amigos con los que nos sería imposible de otra manera. Las redes sociales no solo comunican amigos, sino que podemos decir que también los crean. Por medio de las redes podemos conocer a personas de diferentes partes del mundo con nuestros mismos gustos y aficiones, ya vivan cerca o no de nosotros, y todo ello sin tener que salir de nuestras casas. Este hecho parece algo aparentemente sin importancia, pero para algunas personas les supone salir del aislamiento social al que están sometidos en su día a día.

                También es cierto que las redes sociales son de gran ayuda para las personas que sufren algún tipo de problema físico, ya sea temporal (como puede ser que una persona se haya roto una pierna, y tenga que estar varias semanas en reposo y sin poder salir de casa) o de manera más permanente (como puede ser el caso de una persona con algún tipo de discapacidad). Para ellas, las redes son una de sus pocas formas de estar en contacto con el mundo exterior, y también su vía de escape.

                Las redes sociales nos facilitan el estar informados de cualquier hecho que esté sucediendo en cualquier lugar del mundo. Esto es útil no sólo para estar informado de la actualidad de nuestro planeta sino también para saber lo que sucede en nuestro propio país o ciudad. Por un lado, para una persona que viaje mucho, le es de gran ayuda para comprobar si hay algún retraso en su vuelo, poder pedir el taxi que le lleve al hotel donde se va a alojar y hasta a la hora de hacer la maleta, para saber qué tipo de ropa debe llevar dependiendo de la ciudad a la que vaya. Por otro, es la forma más rápida y eficaz que tenemos de estar al tanto de toda actualidad social y política de nuestro país.

                Estas redes también son de gran utilidad a la hora de mantener el contacto con familiares y amigos que viven en una ciudad diferente a la nuestra. Hace unos años, si querías tener noticias de ellos tenía que ser bien por correo postal o bien mediante una llamada telefónica a precio de oro. El correo postal podía llegar a tardar semanas, y la llamada era algo que solo podía suceder de manera eventual, ya que te podía llegar a costar una gran cantidad de dinero si se hacía a un país extranjero. Hoy en día cualquiera de las dos opciones es impensable, ya que el contacto es mucho más fácil.

                Tampoco debemos olvidarnos de las relaciones de pareja. Hay parejas que por diferentes circunstancias se ven obligados a vivir separados durante un tiempo. Las redes sociales en este caso les ayudan a sentirse más cerca el uno del otro y sobrellevar de mejor manera el hecho de tener que vivir separados, ya que esto puede llegar a ser muy duro y deteriorar o incluso romper la relación.


                Pero no todo lo relacionado con las nuevas tecnologías y las redes sociales es positivo. Estas nos aíslan del mundo real incluso sin darnos cuenta. Cada día es más común ver grupos de jóvenes juntos que no levantan la mirada de sus smartphones. Esta necesidad de estar permanentemente conectados está creando problemas reales de salud, como el FoMO, la necesidad de estar siempre conectados y saber lo que sucede. Ese miedo a la desinformación crea un nivel muy alto de ansiedad y dependencia que les hace vivir con un miedo real constante a perderse lo que está pasando en cada momento.

Se ha demostrado que nuestros smartphones también tienen efectos negativos en las conversaciones con los demás debido a que cuando tenemos el teléfono cerca, la conversación termina perdiendo calidad. Esto sucede porque en algún momento de la conversación alguno de los participantes pierde la atención sobre lo que habla y se habla en ésta, y todo por estar mirando una pantalla. Su atención se desvía y la conversación se vuelve trivial para todos.

Este aislamiento social afecta incluso al núcleo familiar. Cada vez es más común que los hijos adolescentes y preadolescentes que usan sus smartphones sin “control” se pasen el día enganchados a la pantalla sin prestar ninguna atención a sus padres y/o hermanos. Este problema no afecta solamente a los hijos, ya que hay padres que siempre tienen un correo que responder o una llamada que atender y no tienen tiempo para su pareja e hijos, o incluso puede ser un problema entre ambos padres, llegando a perder toda comunicación entre ellos.



Por tanto, ¿hasta qué punto nos socializan las redes sociales?  El aislamiento que generan ¿es cada vez más común o son hechos puntuales? El vídeo de a continuación ¿crees que refleja nuestra realidad actual? Después de leer este post ¿te sientes socializado o aislado? Os leo 😊 .






sábado, 6 de octubre de 2018

Caperucita Roja




Érase una vez una niña que era muy querida por su abuelita, a la que visitaba con frecuencia aunque vivía al otro lado del bosque. Su madre que sabía coser muy bien le había hecha una bonita caperuza roja que la niña nunca se quitaba, por lo que todos la llamaban Caperucita roja.

Una tarde la madre la mandó a casa de la abuelita que se encontraba muy enferma, para que le llevara unos pasteles recién horneados, una cesta de pan y mantequilla.

– “Caperucita anda a ver cómo sigue tu abuelita y llévale esta cesta que le he preparado”, –le dijo. Además le advirtió: –“No te apartes del camino ni hables con extraños, que puede ser peligroso”.




Caperucita que siempre era obediente asintió y le contestó a su mamá: – “No te preocupes que tendré cuidado”. Tomó la cesta, se despidió cariñosamente y emprendió el camino hacia casa de su abuelita, cantando y bailando como acostumbraba.

No había llegado demasiado lejos cuando se encontró con un lobo que le preguntó: – “Caperucita, caperucita ¿a dónde vas con tantas prisas?”

Caperucita lo miró y pensó en lo que le había pedido su mamá antes de salir, pero como no sintió temor alguno le contestó sin recelo. – “A casa de mi abuelita, que está muy enfermita”.

A lo que el lobo replicó: – “¿Y d ó nde vive tu abuelita?”.

– “Más allá de donde termina el bosque, en un claro rodeado de grandes robles”. – Respondió Caperucita sin sospechar que ya el lobo se deleitaba pensando en lo bien que sabría.

El lobo que ya había decidido comerse a Caperucita, pensó que era mejor si primero tomaba a la abuelita como aperitivo. – “No debe estar tan jugosa y tierna, pero igual servirá”, – se dijo mientras ideaba un plan.

Mientras acompañaba a esta por el camino, astutamente le sugirió: – “¿Sabes qué haría realmente feliz a tu abuelita? Si les llevas algunas de las flores que crecen en el bosque”.

Caperucita también pensó que era una buena idea, pero recordó nuevamente las palabras de su mamá. – “Es que mi mamá me dijo que no me apartara del camino”. A lo que el lobo le contestó: – “¿Ves ese camino que está a lo lejos? Es un atajo con el que llegarás más rápido a casa de tu abuelita”.

Sin imaginar que el lobo la había engañado, esta aceptó y se despidió de él. El lobo sin perder tiempo alguno se dirigió a la casa de la abuela, a la que engañó haciéndole creer que era su nieta Caperucita. Luego de devorar a la abuela se puso su gorro, su camisón y se metió en la cama a esperar a que llegase el plato principal de su comida.

A los pocos minutos llegó Caperucita roja, quien alegremente llamó a la puerta y al ver que nadie respondía entró. La niña se acercó lentamente a la cama, donde se encontraba tumbada su abuelita con un aspecto irreconocible.

– “Abuelita, que ojos más grandes tienes”, – dijo con extrañeza.

– “Son para verte mejor”, – dijo el lobo imitando con mucho esfuerzo la voz de la abuelita.

– “Abuelita, pero que orejas tan grandes tienes” – dijo Caperucita aún sin entender por qué su abuela lucía tan cambiada.

– “Son para oírte mejor”, – volvió a decir el lobo.

– “Y que boca tan grande tienes”.

– “Para comerte mejooooooooor”, – chilló el lobo que diciendo esto se abalanzó sobre Caperucita, a quien se comió de un solo bocado, igual que había hecho antes con la abuelita.

En el momento en que esto sucedía pasaba un cazador cerca de allí, que oyó lo que parecía ser el grito de una niña pequeña. Le tomó algunos minutos llegar hasta la cabaña, en la que para su sorpresa encontró al lobo durmiendo una siesta, con la panza enorme de lo harto que estaba.

El cazador dudó si disparar al malvado lobo con su escopeta, pero luego pensó que era mejor usar su cuchillo de caza y abrir su panza, para ver a quién se había comido el bribón. Y así fue como con tan solo dos cortes logró sacar a Caperucita y a su abuelita, quienes aún estaban vivas en el interior del lobo.

Entre todos decidieron darle un escarmiento al lobo, por lo que le llenaron la barriga de piedras y luego la volvieron a coser. Al despertarse este sintió una terrible sed y lo que pensó que había sido una mala digestión. Con mucho trabajo llegó al arroyo más cercano y cuando se acercó a la orilla, se tambaleó y cayó al agua, donde se ahogó por el peso de las piedras.

Caperucita roja aprendió la lección y pidió perdón a su madre por desobedecerla. En lo adelante nunca más volvería a conversar con extraños o a entretenerse en el bosque.