Es un hecho que
la forma de comunicarnos está cambiando. En la actualidad podemos conectar con
cualquier persona desde cualquier parte del mundo con un solo clic. Pero ¿es
cierto que las redes sociales nos alejan de nuestro entorno más cercano?
Gracias
a las redes sociales, hoy en día estamos en contacto con familiares y
amigos con los que nos sería imposible de otra manera. Las redes sociales no
solo comunican amigos, sino que podemos decir que también
los crean. Por medio de las redes podemos conocer a personas de diferentes partes del
mundo con nuestros mismos gustos y aficiones, ya vivan cerca o no de nosotros, y todo ello sin tener que
salir de nuestras casas. Este hecho parece algo aparentemente sin importancia,
pero para algunas personas les supone salir del aislamiento social al que están sometidos en su día a día.
También
es cierto que las redes sociales son de gran ayuda para las personas
que sufren algún tipo de problema físico, ya sea temporal (como
puede ser que una persona se haya roto una pierna, y tenga que estar varias
semanas en reposo y sin poder salir de casa) o de manera más permanente (como
puede ser el caso de una persona con algún tipo de discapacidad). Para ellas, las redes son una de sus pocas formas de estar en
contacto con el mundo exterior, y también su vía de escape.
Las
redes sociales nos facilitan el estar informados de cualquier
hecho que esté sucediendo en cualquier lugar del mundo. Esto es útil no
sólo para estar informado de la actualidad de nuestro planeta sino también para saber lo que sucede en nuestro propio país o ciudad. Por un lado, para una persona
que viaje mucho, le es de gran ayuda para comprobar si hay algún retraso en su
vuelo, poder pedir el taxi que le lleve al hotel donde se va a alojar y hasta a
la hora de hacer la maleta, para saber qué tipo de ropa debe llevar dependiendo
de la ciudad a la que vaya. Por otro, es la forma más rápida y eficaz que tenemos de estar al tanto de toda actualidad social y política de nuestro país.
Estas
redes también son de gran utilidad a la hora de mantener el contacto con
familiares y amigos que viven en una ciudad diferente a la nuestra. Hace unos años, si querías tener noticias de ellos tenía que ser bien por correo postal o bien mediante una llamada telefónica a precio de oro. El correo postal podía llegar a tardar semanas, y la llamada era algo que solo podía suceder de manera eventual, ya que te podía llegar a costar una gran cantidad de dinero si se hacía a un país extranjero. Hoy en día cualquiera de las dos opciones es impensable,
ya que el contacto es mucho más fácil.
Tampoco
debemos olvidarnos de las relaciones de pareja. Hay parejas que por diferentes
circunstancias se ven obligados a vivir separados durante un tiempo. Las redes sociales en este caso les ayudan a sentirse más cerca el uno del otro y sobrellevar de
mejor manera el hecho de tener que vivir separados, ya que esto
puede llegar a ser muy duro y deteriorar o incluso romper la relación.
Pero
no todo lo relacionado con las nuevas tecnologías y las redes sociales es
positivo. Estas nos aíslan del mundo real incluso sin darnos cuenta. Cada día es más común ver
grupos de jóvenes juntos que no levantan la mirada de sus smartphones. Esta
necesidad de estar permanentemente conectados está creando problemas reales de
salud, como el FoMO, la necesidad de estar siempre conectados y saber
lo que sucede. Ese miedo a la desinformación crea un nivel muy alto de ansiedad
y dependencia que les hace vivir con un miedo real constante a perderse lo que está
pasando en cada momento.
Se ha
demostrado que nuestros smartphones también tienen efectos negativos en las conversaciones con los demás debido a que cuando tenemos el teléfono cerca, la
conversación termina perdiendo calidad. Esto sucede porque en algún momento de la conversación alguno de los participantes pierde la
atención sobre lo que habla y se habla en ésta, y todo por estar mirando una pantalla. Su
atención se desvía y la conversación se vuelve trivial para todos.
Este
aislamiento social afecta incluso al núcleo familiar. Cada vez es más común
que los hijos adolescentes y preadolescentes que usan sus smartphones sin “control”
se pasen el día enganchados a la pantalla sin prestar ninguna atención a sus
padres y/o hermanos. Este problema no afecta solamente a los hijos, ya que hay padres que siempre tienen
un correo que responder o una llamada que atender y no tienen tiempo para su
pareja e hijos, o incluso puede ser un problema entre ambos padres, llegando a perder toda
comunicación entre ellos.
Por tanto,
¿hasta qué punto nos socializan las redes sociales? El aislamiento que generan ¿es cada vez más
común o son hechos puntuales? El vídeo de a continuación ¿crees que refleja nuestra realidad actual? Después de leer este post ¿te sientes socializado
o aislado? Os leo 😊 .