jueves, 8 de noviembre de 2018

Acosa2.0


Resultado de imagen de ciberbullying



Todos hemos oído hablar del acoso escolar. De hecho, algunas de las personas que ahora mismo estáis leyendo este post puede que, por desgracia, lo hayáis llegado a sufrir en vuestras propias carnes. En pleno siglo XXI el acoso ha tomado una nueva dimensión. Nuestros jóvenes están creciendo y siendo educados en la era 2.0 y eso hace a su vez que el acoso ya no solo se limite a las aulas. Hoy en día el acoso se puede producir en cualquier momento y en cualquier lugar debido a las nuevas tecnologías; puede estar sucediendo delante de nosotros sin ni siquiera darnos cuenta. Ese acoso “en redes” es lo que se considera ciberacoso o ciberbullying.

El ciberacoso o ciberbullying se puede definir como cualquier tipo de amenaza, humillación o molestia que se produzca contra un igual en redes.

Por desgracia, éste es un problema cada vez más actual. Según Unicef, se calcula que hoy en día 1 de cada 3 usuarios de Internet son niños, sin duda los más vulnerables a la hora de cualquier hostigamiento, sobre todo por la red.

Cualquier tipo de acoso es nocivo y peligroso, pero el ciberacoso lo es todavía más ya que el acosado puede no saber quién es la persona que le procura las amenazas. En una encuesta neerlandesa realizada en 2008 se concluyó que el 37 % de las víctimas que sufría ciberacoso no sabía quién era su acosador. Esta situación causa en el acosado graves problemas, sobre todo de seguridad y autoestima ya que no sabe en qué personas puede confiar, dado que pueden ser las mismas que originan tal acoso.

Ya en 2012, el 37 % de los menores entre 8 y 17 años reconocía haber sufrido ciberacoso en algún momento de su vida. Desde entonces, esa cifra no ha hecho más que aumentar. Pero no sólo es destacable ese porcentaje. En el mismo año, el 24% de los menores comprendidos entre esas mismas edades confesaba haber causado ciberacoso en alguna ocasión. Ambas encuestas, publicadas por el periódico ABC en su versión digital, se realizaron a niños de 25 países diferentes, pero las estadísticas en España en ese momento no eran mucho más esperanzadoras. En ese mismo año, el 17 % de los jóvenes españoles reconocían haber recibido un trato poco amistoso; el 13% admitía haber sido objeto de burla; y el 19% afirmaba haber sido insultado. Por otra parte, el 19 % de los jóvenes españoles reconocía haber sido en algún momento ciberacosador.

Otro dato curioso sobre este tema es que el 70% de los jóvenes que sufren ciberacoso son chicas, como aparece en la versión digital del periódico 20 minutos, y la mayoría se produce por WhatsApp. En esa misma publicación se puede ver el porcentaje de los niños acosados en España, comunidad por comunidad, entre 2013 y 2015.


Al igual que sucede con el acoso escolar, en los casos de ciberacoso se da lo que se conoce como triángulo del bullying. El triángulo del bullying consiste en los 3 vértices que se dan en cualquier tipo de acoso: acosador, acosado y testigos. No solo el acosador es el culpable de estas situaciones, los testigos también son culpables en cierto modo de que el acoso siga su curso. Si una persona es testigo de cualquier tipo de hostigamiento, amenaza u otro tipo de acoso en redes debe, de una manera u otra, denunciarlo para que esa situación termine cuanto antes.

Cuando una persona es acosada, cómo podemos ver en el vídeo que está a continuación, desconocemos la situación personal por la que está pasando y los daños que este acoso le pueden causar.




Por tanto, si presenciamos o sufrimos algún tipo de ciberacoso, lo mejor que se puede hacer es actuar. ¿De qué manera podemos ayudar los profesores a acabar con el ciberacoso? Desde nuestras aulas es muy importante concienciar a los alumnos contra esta actividad, haciéndoles ver los daños que puede causar en las personas afectadas, y haciéndoles empatizar y darse cuenta de que no es algo agradable, por mucho que a los acosadores les llegue a parecer divertido. Debido a esto es muy importante crear en nuestras aulas unos códigos de conducta en los que quede terminantemente prohibido cualquier tipo de acción que vaya contra la integridad de otros compañeros, tanto dentro como fuera del aula.

Debemos enseñar a nuestros alumnos un uso responsable de las tecnologías, hacerles ver que todo acto malo tiene sus consecuencias no solo en nuestra vida cotidiana sino también en las redes, y educarles en ámbitos como pueden ser la inteligencia emocional, el desarrollo de las habilidades sociales y la atención a la diversidad. 

Si el acoso ya se ha dado, debemos dar a los menores la confianza de poderlo contar, hacerles entender que ellos como acosados (o testigos) no van a tener ningún tipo de represalia por denunciar ante nosotros al acosador, y tampoco se le va a revelar a dicha persona quién nos ha informado de su comportamiento.

Aún dando a nuestros alumnos esa sensación de confianza, hay muchos que no se atreven a delatar a su acosador. Para ello, es útil crear herramientas de “denuncia anónima”, para que tanto los acosados como los testigos puedan delatar a esa persona sin tener miedo a las represalias.

¿Se os ocurre alguna otra medida para poder ayudar a acabar con este problema? Os leo 😊

6 comentarios:

  1. Yo por lo menos lo veo de la siguiente manera ahí que explica que si hacen acoso o bullying en cualquiera de sus formas ya sea dentro o fuera de las aulas el acosador esta cometiendo uno o más delitos recogidos en el código penal, y sobre todo que les quede muy claro que es una cosa muy seria y que no es una tontería que como mucho se quede en una semana sin salir al patio y una charla con sus padres.

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  2. Las medidas propuestas en la entrada del blog son muy útiles y estoy de acuerdo con que se tomen las medidas oportunas para un castigo acorde a la falta cometida.
    Pero hay un punto que debería ser considerado y es que los niños y niñas que ejercen un acoso sobre otro tienen completamente aceptado su papel y sus poderes sobre los demás alumnos. En muchas ocasiones estos papeles se ven potenciados por los mismos profesores que establecen roles dentro de su aula. Desde que son pequeños a los niños y niñas se les enseña que hay un pez grande que se come al pez pequeño y que ellos tienen que crecer siendo los peces grandes, señoras y señores esto no debería ser así. Al igual que buscamos la igualdad de género dentro de las aulas debemos buscar una igualdad entre alumnos, olvidarnos de roles, estatus, dejar que el niño desarrolle su personalidad sin permitir que machaque la libertad de desarrollo de otro.
    Trabajo con grupos de niños a diario, pasan muchas clases, muchos cursos, muchas edades y sobretodo muchos profesores que desde un primer momento te avisan éste es chulito, éste es muy callado...quizás sea así porque se ha permitido que esto ocurra.

    Los niños no nacen siendo acosador o acosado. La educación que se les da, lo que ven de sus referentes (padres), los consejos o actitudes de sus segundos referentes (profesores) son lo que les hace ver como tienen que ser.

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  3. Es un articulo muy interesante del cual muchos padres y/o profesores deberian leer junto a sus alumnos o hijos, asi se les daría unas pautas sobre el bullying y se les concienciaría de los peligros a los que se exponen en su vida diaria, sobretodo aquellos que tienen redes sociales o whatsapp.
    Estos medios deberían tener unas medidas de seguridad como en el vídeo y también en los colegios deberían estar pendientes los profesores (al menos en clase) de que haya respeto entre compañeros ya que eso siempre se nota. Y avisar a ese alumno (acosado) de que hable con el y le diga quien es la persona en secreto y no le vuelva a perjudicar y el otro alumno (acosador) sea castigado tanto en el colegio como en su casa, para que todos reaccionen igual y vea el ejemplo en los adultos de su entorno. Todos unidos y alertándonos entre todos no llegarían desgraciadamente a situaciones muy graves como peleas, depresiones o incluso el suicidio.

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  4. Mi hijo sufrió acoso escolar y me he sentido muy identificada con tu publicación. Muy real e interesante.

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  5. Sobre el tema debatido en el blog, se adentra en como los jovenes de hoy en dia se adentran dentro de su cabeza para maltratarlos/as e vicerversa, pero lo mas importante es el acoso que reciben a traves de las redes sociales, porque cualquiera puede adentrarse a ellas tan solo con un boton y e hay cualquiera puede menospreciar, abusar, violar, etc.
    Me ha gustado mucho, gracias por tu blog

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  6. Muy interesante y real, por desgracia. Quizás hoy en día uno de los mayores problemas para frenar el acoso es la cierta invisibilidad con la que a veces ocurre ya que se pueden escudar tras el anonimato de las redes sociales, y por eso debemos educar a los jóvenes para no sólo que no lo cometan, sino para que no sean cómplices por omisión. ¡Gran artículo!

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