El consumo es algo que está
presente en nuestro día a día. Por sí mismo, no se refiere a nada malo o
perjudicial, es el hecho de utilizar bienes para satisfacer nuestras
necesidades y nuestros deseos. También es cierto que vivimos en una sociedad de
excesos, por lo que nuestros deseos en lo que al consumo se refiere son cada
vez mayores.
La nuestra es una sociedad de
consumo, y tendemos cada vez más a producir y consumir productos o bienes que
son cada vez menos necesarios. Cuando el consumo deja de basarse en una
necesidad y empieza a ser un mero capricho cambia de nombre, y pasa a
denominarse consumismo. El consumismo es la tendencia a consumir bienes que en
su mayoría no son necesarios.
Estamos cada vez más inmersos en
una sociedad consumista. La “necesidad” que la sociedad ha creado de estar
continuamente a la moda está acabando con nuestra ética de consumo. Nos dejamos
llevar por la publicidad y la necesidad que nos crea de adquirir el último
modelo de todos los productos a nuestro alrededor: las nuevas zapatillas deportivas
de una marca conocida, aunque sean prácticamente iguales al modelo anterior; la
nueva lavadora que podemos programar desde el teléfono móvil incluso aunque la
que tengamos esté en perfecto estado; el nuevo modelo de teléfono móvil con más
prestaciones que el anterior, que a la hora de la verdad realmente no
utilizamos; etc.
Eso son solamente tres ejemplos,
pero es la realidad de la sociedad en la que vivimos. Hemos dejado de comprar y
consumir por necesidad vital y empezado a hacerlo por necesidad social. Además
de esto, la facilidad que nos dan las nuevas tecnologías no favorece a la hora
de mantener dicha ética de consumo, cada vez más inexistente. Hoy en día
podemos comprar cualquier tipo de producto sin necesidad de salir de casa, solo
teniendo acceso a Internet.
Esta era de consumismo puede
parecer un problema social actual, pero no lo es. Hace casi 20 años, Adela Contina
hizo una publicación en el periódico El País en la que hablaba sobre la ética de consumo, haciéndonos reflexionar sobre problemas ya surgidos al respecto en
nuestro siglo, para ser capaces de analizarlos y cambiar dichas situaciones
para vivir en una sociedad mejor.
Erróneamente se cree que el
consumo ético es el que nos proporciona una buena vida. Por desgracia, a menos
que hagamos que la sociedad cambie, ese es el tipo de pensamiento que le
estamos inculcando a los miembros más jóvenes de nuestra sociedad. Hay que concienciar
a los jóvenes de los aspectos negativos de una sociedad consumista y hacerles
ver la diferencia que está tiene respecto al consumo. De hecho, estamos
entrando en una de las épocas más consumistas del año: la Navidad. Sí bien es
cierto que España es un país con cada vez más festejos consumistas, como lo son
San Valentín, Halloween o el reciente Black Friday, en Navidad ese consumismo
se dispara todavía más. Está realidad se ve cada vez más reflejada en las
cartas que los niños les envían cada año a Papá Noel y a los Reyes Magos.
Las cartas de los niños cada vez
son más largas que incluyen más juguetes. Cada 6 de enero millones de hogares
españoles se llenan de ellos. La mayor parte de esos juguetes no son utilizados
por los niños el resto del año, entonces ¿qué estamos haciendo mal? ¿Estamos
creando menores consumistas? El siguiente test nos puede ayudar a averiguarlo.
Los expertos consideran que las
cartas de los niños deberían incluir cuatro regalos: algo que quieran, algo que
necesiten, algo que sirva para llevar, y algo para leer. Se calcula que los
niños reciben 10 veces más regalos de los que necesitan, por tanto, crecen un
ambiente de lo más consumista, el cuál, sino hacemos algo para intentar
cambiar, será transmitido durante las próximas generaciones.
Debemos hacer una gran reflexión
sobre la sociedad en la que vivimos. A continuación, os dejo una entrevista de
José Mujica en la que habla abiertamente sobre este problema tan actual.
Y vosotros, ¿pensáis que el
consumismo es un problema real en la actualidad? Os leo 😊
Vivimos en una sociedad de consumo y no deberíamos trasmitirselo a los niños. Muy completo tu análisis.
ResponderEliminarDesde pequeños ya nos meten en la cabeza que lo caro es bueno y si no consumes, no estas a la moda o no eres popular o si no llevas marcas eres patetico. De ahy el consumo compulsivo.
ResponderEliminarCuanto más y caro mejor. Un bueno modo de describir y explicar la situacion del consumo. Consumidos por el consumo
Triste realidad a la que estamos cada vez más acostumbrados... Estoy totalmente de acuerdo con los cuatro regalos propuestos, ya que así se ve de verdad si un regalo es necesario o no, y por tanto se aprende a valorar más esto... yo siempre soy partidaria de regalar libros antes que cualquier otra cosa, y más a los peques, para que aprendan que con 'poco' se puede obtener mucho.
ResponderEliminarEso, y seguir la regla de mi padre, que es un consumista empedernido... con su mismo móvil, su mismo coche, su mismo carro de la compra, etc, etc...
Los adultos debemos ser los primeros en dar ejemplo. Tomando como referentes aquellas personas que vivieron la Transición siendo niños sabremos que muchas recibían un único regalo por las fechas navideñas, llegando incluso hasta compartirlo con varios hermanos. Esas personas han logrado crecer hasta la madurez sin caer en un consumismo voraz que cada vez adquiere unos precios más desorbitados, una obsolescencia programada inútil y una necesidad innecesaria de adquirir la mayor cantidad de productos que podamos. Me siento orgulloso de que el test me haya calificado como un consumidor muy responsable. Un artículo brillante.
ResponderEliminar