Se denomina telebasura a el conjunto de programas televisivos
de contenidos zafios y vulgares, según la RAE. Por desgracia, cuando leemos esa
definición se nos vienen a la cabeza distintos programas, en mi opinión, a cuál
peor.
Uno de los más claros ejemplos de telebasura son los reality
shows, que invaden nuestras televisones edición tras edición, siendo el
monotema en la cadena que lo emite. Actualmente tenemos en antena uno de esos programas,
escondido bajo el nombre de Gran Hermano VIP.
El nombre de ese programa viene de una gran obra de la
literatura, 1984, escrita por el inglés George Orwell. En su libro, Orwell nos
traslada a un universo en el que todo es controlado por el “Big Brother” o “Gran
Hermano”; una sociedad utópica que está controlada por completo y cuyos
habitantes tienen impuestos sus gustos y pensamientos.
“Gran Hermano” se emite actualmente en más de 20 países, y
tiene diferentes variantes. En España por el momento la única variante que ha
llegado es Gran Hermano VIP. En el programa, un grupo de 16 famosos conviven en
una casa durante 3 meses. Esos famosos son elegidos o bien por su popularidad o
por las rencillas que pueda haber entre ellos.
El gran éxito que está teniendo el programa en la edición
actual se debe en su mayoría al lamentable espectáculo que están dando dos de
sus concursantes (aunque no son las únicas). Ambas están enfrentadas por un hombre: un presentador de
televisión, exmarido y padre de la hija de una de ellas, y exnovio de la otra.
Ambas mujeres habían tenido discusiones en otros programas
televisivos de un calibre similar, en los que no se cortan a la hora de
criticar abierta y suciamente a la otra, incluso denigrándose como mujeres. En el
reality, por supuesto, no es menos. Las discusiones son constantes, incluso
rozan lo denigrante.
Todos los programas denominados telebasura tienen grandes
críticas por parte de la sociedad, a la hora de la verdad, nadie reconoce
verlos. Si es así, ¿de dónde salen sus altos porcentajes de audiencia?
Durante el tiempo que Gran Hermano VIP 6 lleva en antena
está batiendo récords de audiencia constantemente. Millones de personas lo ven cada
día que se emite, pero prácticamente ninguna reconoce hacerlo. Incluso cuando
hablan en su día a día en lo sucedido en los programas anteriores, se defienden
diciendo cosas como que no lo han visto y se lo han contado, o que han visto la
noticia en internet y por eso conocen el contenido.
¿Por qué gustan tanto los reality shows? Hay 4 motivos fundamentales.
Este tipo de programas nos ofrecen un contenido prohibido, nos permiten
inmiscuirnos en la vida, en este caso de famosos, y conocer su día a día, qué
comen, cómo duermen… con el valor añadido de que están conviviendo en una casa
con gente que no conocen o con los que no se llevan bien. Además, a los espectadores
les gusta el morbo de ese tipo de programas, las discusiones, el no saber qué
habrá pasado mientras no estaban mirando. Estos programas también nos proporcionan
una falsa sensación de sociabilidad, ya que este tipo de programas que en
principio pueden parecer espontáneos se asemejan mucho con lo que sería una
reunión de amigos. Por último, estos programas hacen que mejore nuestra
autoestima, ya que la telebasura normaliza las muestras de ridículo.
Este tipo de programas, sin duda, tienen poca calidad
cultural, ya que no tienen ningún contenido de ese tipo que mostrar al
espectador. Ni que decir tiene que se debería evitar su visionado en los niños
a toda costa, ya que no aporta ningún rasgo positivo ni un modelo a seguir en
lo que a convivencia, modales, respeto y educación se refiere. Con su
visionado, lo único que conseguimos es que los niños consideren que ese tipo de
conducta es la “normal” y permitida, que aprendan los malos modales de los
participantes o que consideren que los conflictos se solucionan discutiendo y
no dialogando.
Está en nuestra mano que el contenido televisivo cambie,
dado que, si este tipo de programas no tuviese audiencia, dejarían de emitirse,
por consiguiente. Debemos luchar por una programación de calidad, cultural y
con valores adecuados que poder transmitir a los más pequeños. A continuación, os dejo un pequeño vídeo sobre una crítica hecha en el programa "Sé lo que hicisteis" sobre este tipo de programación.
¿Qué opináis sobre este tipo de programas? ¿Soléis verlos? ¿Os gustaría que se acabasen o por el contrario sois defensores de ellos? Os leo 😊
Me parece una gran reflexión, ya que la sociedad de hoy en día no para de hablar de estos programas y de la vida de otros, en vez de estar leyendo libros o ver series más interesantes que aportan cultura a todo el mundo. Ya que se está creando una imagen horrible, sobretodo en las nuevas generaciones que lo más interesante es salir en los realitys para ganar dinero, y no, la realidad y lo que de verdad es interesante,aunque más difícil, es estudiar y crearse una experiencia laboral para sentirse orgulloso del camino que uno por si mismo se ha elaborado. Lo difícil siempre es mejor.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu reflexión. Me has hecho pensar mucho sobre el asunto.
ResponderEliminarEs un buen punto de vista de que dejamos ver en la tele hoy en día a nuestros hijos y a nosotros mismos. Con pocos contenidos protegidos para los menores.
ResponderEliminarEspeculando, sobteando nuestras cabezas y demas, deja mucho que pensar cuando lo lees. 👏🏻
¡Totalmente de acuerdo! Cierto es que soy más de coger un libro o ir a un parque que de ver este tipo de programas, ya que los detesto, por lo que mi opinión no es para nada objetiva, pero sinceramente creo que si emitiesen otro tipo de contenidos en la TV seria mucho más productivo para todos, y, personalmente, creo que muchos de los problemas de nuestra sociedad actual se arreglarían... de hecho, os dejo este vídeo para reflexionar:
ResponderEliminarhttps://youtu.be/grTQHDlcI2w
siempre he odiado ese programa y no puedo entender como hay personas que disfrutan viéndolo y utilizándolo como tema de conversación en reuniones con amigos, familiares etc. Ojalá más personas que dejaran esos programas de lado para hacer cualquier otra actividad, esta sería la única manera de acabar con estos patéticos reality ya que se mantienen a base de puntos de audiencia. Buena reflexión, como siempre.
ResponderEliminarEste tipo de programas resultan vomitivos y bochornosos tanto para los que salen en ellos cobrando unos salarios desorbitados por mostrar sus intimidades como para aquellos que además de verlos niegan ese hecho. Cuando estos programas comenzaron a emitirse en España hubo cierto interés ya que resultaba más parecido a un experimento sociológico, como si fueran ratas de laboratorio encerradas en una jaula; sin embargo, con el paso de los años ha denigrado en aquello que tanto temía Orwell. Muy buena reflexión
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